Aunque no hay fórmulas mágicas, hay estrategias que sí funcionan a la hora de mejorar el nivel de atención y concentración:
1. Un buen ambiente de estudio. Un lugar de estudio aislado, libre de ruidos y sin interferencias.
2. Crear rutinas y hábitos de estudio. Si una persona se acostumbra a hacer el esfuerzo de concentrarse todos los días a la misma hora, al cabo de unos días logrará que su mente se concentre con más facilidad.
3. Marcar tiempos. Hay que fijarse un horario estructurado que combine el descanso y el estudio.
4. Organizar el material. Levantarse a por algo que necesites supone una pérdida de tiempo que hay que evitar.
5. Centrar la mente. La concentración requiere un calentamiento previo, de cinco o diez minutos.
6. Intercalar materias y actividades de estudio. Dedicar toda una tarde a memorizar es muy aburrido. Es preferible combinar diferentes actividades.
7. Recurrir a técnicas activas. Como el subrayado, esquemas, cuadros sinópticos...
8.Y cuando la concentración resulte imposible... lo mejor es rendirse. Hay veces que no se puede luchar contra determinadas ideas.
A mi me parecen buenas esas técnicas, yo intentaría hacerlas todos los días. Creo que mejoraría haciendolas a diario; yo lo haría y ¡no perdería el tiempo!
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